Dentro de las personas más buenas, honestas y bondadosas que he conocido en mi vida hay una muy especial, y ese es mi abuelo. De oficio panadero (el Sr. de sombrero junto a mi tio Martín), toda su vida a trabajado y se ha caracterizado por mantener grandes valores.
Me sorprende lo centrado y humilde que ha sido siempre. Ha sabido discernir los problemas con que se ha topado y siempre ha salido avante. Siempre ha sido muy derecho.
Mi abuelo es un pan de Dios. El es un ejemplo para mi.