Viviendo en la frontera tuve la oportunidad de pisar suelo gringo y recuerdo muy bien que a lo lejos veia San Diego. Nunca llegué a la ciudad y la verdad es que no me interesaba porque estaba junto con lo más preciado que he tenido: Mi madre y mi hermana.
Ahora que mi madre regresó junto con su amiga por aquellas tierras para ver a su hijo J, la nostalgia me invadió además de extrañar a este mi gran amigo de infancia ¿cuando te volveré a ver? nadie sabe, y aunque ahora es más sencillo, también es complejo.
Muchas gracias por acordarte y por cierto, le he dado la talla a la playera como no tienes idea.
Abrazos.