... ni máiz palomas.
Terrible.
Hoy fué el último día para renovar la credencial para votar con fotografía y aunque yo tengo la mía y esta estará vigente para las votaciones, debí haberla renovado.
Como era de esperarse, había un colon kilométrico y ya estando allí:
- me sentaba
- me paraba
- me sentaba
- me paraba
y no crean que en una silla... a raz de suelo, en el quicio de los escalones.
Para variar, aunque ha hecho fresco en estos días tan a la mano hoy, justo hoy, todo el día estuvo brisando. Mi chamarra la dejé en la oficina del trabajo porque según yo sería rápido el asunto y nada, pasando frio y hambre porque ni dinero traía en ese momento para comprarme un voloban.
¿Moverme de ahí? Imposible. Ni con las ganas de miar que traía lo podía hacer porque obviamente perdía el lugar.
El descenlace: no podré renovar la credencial por el momento porque no logré obtener una ficha para la cita en donde podría hacerlo así que el cansancio, el frio, la pérdida de tiempo y las ganas de miar valieron pa nada.
¡¿Quien me manda a dejarlo a lo último?!