Thursday, March 05, 2009

El primer viernes de marzo.

Iglesia de Nuestra Señora del Carmen
Veracruz es un estado tan rico y diverso en tantos sentidos, que por su ubicación geográfica, su población, su historia y sus creencias, está lleno también de mitos y leyendas, de historias y fantasía, de lo espiritual y lo profano, de religión, y se dice también que de brujería.

Catemaco es una pequeña y hermosa villa en la maravillosa y verde región de Los Tuxtlas y que es famosa no tan solo por su también bella y enorme laguna, por los ricos tegogolos (una especie de caracol) que allí se crían y se sacan para consumo, sus Islas de los Changos e Islas de Las Garzas que son espectaculares, y ni que hablar de su Selva de Nanciyaga. Por lo que creo es más famoso Catemaco es porque se dice se practica la magia blanca y la magia negra, la brujería.

La primer vez que llegué para conocer sentía cierta incertidumbre, imaginando que en cada esquina quizás me toparía con altares a santos en los que te darían limpias o harían algún “trabajo”, que habría un olor a albaca en toda la ciudad o que habría gente con vestimenta o actitudes extrañas. Nada de eso.

Si bien es cierto que existe lo bueno y lo malo y que si la ciudad se ha ganado esa fama es por algo, también es cierto que es un lugar sumamente tranquilo en donde se come delicioso, con unos paisajes y una vista hermosa, una vegetación y fauna únicas y en donde mejor aún, existen muy buenos amigos.

¿A que viene todo lo anterior? A que en especial, el primer viernes de marzo en cada año, y de acuerdo a la creencias de esta región, este es el momento idóneo para realizar limpias espirituales, curaciones de casas, negocios, bienes materiales, trabajos especiales, entre otros trabajos mágicos. Existe mucha energía en este día se dice, y puede ser que aunque esa energía no sea para ti, quizás la pesques.

¿Verdad… o mentira?

No creo en nada de eso pero la simple costumbre, mitos y creencias aunados a los ritos que todavía desde la conquista se celebran me son de sumo interes.

Por si o por no, me pondré mi calzón rojo, y al revés, para protegerme de las malas vibras. Nunca esta de más.

Allá ustedes si no lo hacen.