Son protectores faciales de material impermeable que impiden que los microorganismos expulsados al hablar, toser o respirar lleguen a las personas que los portan.
- Se pueden utilizar de 6 a 8 horas durante el tiempo que se mantenga limpio y sin deformaciones.
- Si se humedece o salpica, se debe cambiar por otro.
- Los tapabocas deben tener el grosor y la calidad adecuada, por lo que se recomiendan los de tela para evitar la salida de saliva o gérmenes, pero si se requiere mayor protección o duración se puede recurrir a los de capucha blanca.
Después de colocar o manipular el tapabocas, siempre se deben lavar las manos.
Hay que utilizarlos en lugares al aire libre, dentro de la oficina, en el supermercado, centros comerciales y medios de transporte.
fuente: www.reforma.com