Juré que no comentaría nada sobre la muerte de Michael Jackson y es que, aunque fui fan en algún momento de el, por sentimientos encontrados con las cosas medio crazy que hacia y diversos motivos, como que dejé de seguirlo y perdiendo el interés es más, una vez que se supo lo de su muerte al mismo tiempo recibía la noticia por messenger, teléfono móvil y de una compañera en el trabajo no me inmutó. Como pólvora corrió la noticia sin embargo pos pasó y eso de seguir el funeral de plano me dio algo de weba (eso si, me chuté el reportaje y las fotos en el Hola!).La imagen de arriba me pareció fabulosa cuando recién la vi y aguanté, no quise piratearla y subirla (bastante tenemos ya en lo noticieros) y es que cada vez que llego y enciendo la televisión en casa dan un nuevo dato. Sin embargo me dí por vencido y es que ayer, en un momentito me lo hicieron recordar otra vez al juntárseme tres datos: las noticias que recibo de “a grapa” en mi movil por Telcel decía que Michael ya llevaba 9 millones de discos vendidos tras su muerte, yo… OK. Llego a casa enciendo la TV y mencionaban el hecho de que crece la idea de que la muerte del susodicho fue por sobredosis en medicamento (como que se cruzó pues) y yo… OK. Me aventé anoche el musical de Mamma Mía! como para cambiarle un poco al asunto, el musical que J me prestó y pues quedé fascinado con la música de ABBA, una vez que terminé de verla corrí por mi discografía en mp3 de los mismos y... donde que me encuentro la discografía también del difuntito Michael que hace unos meses compré.
¿Acaso no era para que lo mencionara en mi blog? Digo, que tal y si es una señal y me quería jalar las patas (u otra cosa).
Eso sí, reconozco que el tipo era un shingonazo en lo suyo.
Q.E.P.D.