En esta semana me tocó ir al super. Desde que entré al centro comercial, por alguna razón mi atención se postró en observar la diversidad de personas y es que, la variedad de gustos y preferencias en ese y muchos sentidos entre nosotros me es fascinante y a la vez compleja. De repente una pareja con “rastas” y una vestimenta bastante, digamos cómoda y desinhibida. Más adelante al hacer cola en los embutidos, otra pareja interesante: el chico casi a rape pero detrás de la cabeza una parte de cabello largo, como de la religión hindú. La chava al igual que el con tatuajes y vestidos los dos de manera normal. Más adelante me topé con una señora que desde que la vi me llamo lo atención por lo wapa y bien vestida: coordinada en colores y una blusa a rayas estilo marinero pero además, gorra de marinero (no me pareció común por más que lo sea y es que, había algo diferente). Ella andaba con una niña y más adelante me la volví a topar ahora además con una adolescente. Ya estaba en las cajas cuando vi que un señor de amplio abdomen, larga barba y muy pulcro comentaba algo con el “cerillo” de las cajas . El señor llevaba en la cabeza un gorrito que era el toque final para definirlo como judío. Fui por mis cosas a paquetería y de regreso, me vuelvo a topar con la wapa señora vestida de marinera, las muchachas mencionadas, el señor judío con otro señor más y un niño que también portaba un “gorrito” en la cabeza. Lo que me llamó la atención de este último fue que traía su cabello normal excepto porque detrás de las orejas lo tenía, al parecer a propósito, más largo. Como ellos, dos o tres casos más que la atención me llamaron.
El motivo del post no es destacar el sensor que es mi vista ni tampoco una crítica “equis” de los mortales que a un super vamos de compras sino preguntarme ¿Qué es lo que marca la pauta para ser tan diferentes los unos de los otros y tener preferencias y gustos tan diversos cuando al mismo tiempo somos tan similares? La respuesta parece obvia pero a la vez creo es compleja y fascinante.
El motivo del post no es destacar el sensor que es mi vista ni tampoco una crítica “equis” de los mortales que a un super vamos de compras sino preguntarme ¿Qué es lo que marca la pauta para ser tan diferentes los unos de los otros y tener preferencias y gustos tan diversos cuando al mismo tiempo somos tan similares? La respuesta parece obvia pero a la vez creo es compleja y fascinante.