Recuerdo que una maestra al hablar sobre un tema de clase, sacó a colación el que había tenido un viaje a Puerto Escondido en Oaxaca y que este, realmente estaba escondido. Me quedé con esa imagen.
Ahora que conocí el lugar mi percepción del mismo ha cambiado y es que es un puerto cuya bahía además de bella, es amplísima y sofisticada. Quizás si, para llegar a el se debe transitar por sinuosas curvas de una carretera que además de estar en perfectas condiciones tiene una vista increíble. De ella me llamó la atención también el parecido con la flora de aquí de Veracruz: verde y frondosa.
Ahora que conocí el lugar mi percepción del mismo ha cambiado y es que es un puerto cuya bahía además de bella, es amplísima y sofisticada. Quizás si, para llegar a el se debe transitar por sinuosas curvas de una carretera que además de estar en perfectas condiciones tiene una vista increíble. De ella me llamó la atención también el parecido con la flora de aquí de Veracruz: verde y frondosa.
Una vez que llegamos y nos instalamos, lo primero fué dirigirnos a comer en donde mi compadre F me invitó a un restaurante de “el adoquín”, un andador turístico que es el punto de atracción y diversión comercial del puerto. Bon appetit!
Acá algunos aspectos del andador "el adoquin":
La tienda Ixtlán de plateria.
La tienda Squalo (de cuyos aparadores e imagen soy fan).
El Hotel Villa Roca.
Conocí Zicatela, la playa en donde se realizan los eventos internacionales de Surfing, una playa muy bonita, amplia y shingona. Allí se encuentra un mirador cuyas escaleras son muy peculiares mismas que además quedan frente a una gran escultura de dos manos montada sobre unas rocas. Abajo algunas imágenes de la misma:
Mientras caminábamos, Brona aprovechó a descansar y tomar el sol.
Allí mismo en Puerto Escondido conocí una bahía preciosa llamada “Carrizalillo” (donde no resistí darme un chapuzón) para después terminar de bañarnos en otra bahía llamada “Puerto Angelito”. No saben que shingonería.
Ya por la noche cenamos en un restaurante tambien en “el adoquín” para posteriormente bailar hasta empaparse en la disco “el tarro” que en el mismo andador está ( je - low! ).
Ahhh, un día ¡ intenso !