Vivíamos en una amplia casa de firme llagua, una especie de tablones que se cortan de la palma real que en el monte hay. La casa era de un color verde muy bonito, era muy alta y también era de dos aguas, de dos caídas. Puerta central y ventanas cuadradas de madera a los lados. Lo que nos cubría del sol y el agua era lámina de cartón, unas láminas negras que cada vez que subía con mi padre a tapar los agujeros que como goteras tenía, esperaba no se diera cuenta que al pisar yo mal en otra parte de esta, abría más goteras. La casa no tenía divisiones excepto por la cocina que se encontraba en uno de los extremos así como la recámara que en otro de los extremos estaba.
Recuerdo que cuando me levante en esa ocasión, lo primero que hice fue dirigirme como hipnotizado a hacia la sala. Estaba hipnotizado: había sobre una gran consola de madera, de esas que discos LP tocaban y que parecían credenza, bajo un pequeño árbol de Navidad de esos plateados y que parece ahora no existen, muchos modestos juguetes para mi hermana y para mi, dulces y no se si hasta una pequeña bicicleta. Entre eso recuerdo muy bien un disco del programa “Burbujas” con el que aprendí el orden de los planetas y hasta donde están los asteroides (jelow).
No recuerdo más de los juguetes de esa ocasión pero si que quedé impactado con lo que los Reyes Magos nos trajeron, una sensación tan, tan mágica, que solo en la inocencia de cuando niño eres cabe, una sensación que cuando lo recuerdo aún siento. Que tengan un feliz día de Reyes amig@s.
Recuerdo que cuando me levante en esa ocasión, lo primero que hice fue dirigirme como hipnotizado a hacia la sala. Estaba hipnotizado: había sobre una gran consola de madera, de esas que discos LP tocaban y que parecían credenza, bajo un pequeño árbol de Navidad de esos plateados y que parece ahora no existen, muchos modestos juguetes para mi hermana y para mi, dulces y no se si hasta una pequeña bicicleta. Entre eso recuerdo muy bien un disco del programa “Burbujas” con el que aprendí el orden de los planetas y hasta donde están los asteroides (jelow).
No recuerdo más de los juguetes de esa ocasión pero si que quedé impactado con lo que los Reyes Magos nos trajeron, una sensación tan, tan mágica, que solo en la inocencia de cuando niño eres cabe, una sensación que cuando lo recuerdo aún siento. Que tengan un feliz día de Reyes amig@s.