En la Av. de 20 de noviembre esquina con calle Vado Johnson en esta ciudad de Veracruz, justo detrás de la iglesia de El cristo del buen viaje, existe un conjunto de casas antiguas que siempre me han llamado la atención por su belleza. Las casas desde afuera se ven enormes y aunque no tienen una fachada tan elaborada, los detalles en las mismas quizás son los que me gustan: amplias ventanas con pesadas protecciones, cornisas, cristales biselados, alegorías en fachada, en fin, fascinante. Todo esto desde afuera, lo que se ve.
Hace algunos días acudí a un negocia a comprar algunos artículos que allí venden y haciendo tiempo, empezó la plática con el empleado. Resultó que la familia dueña de este negocio son parte de los que en esas casas habitan y me dio detalles de estas: por dentro son espectaculares. La familia que allí habita son personas conocidas del puerto y de lana sin embargo algo de llamar la atención es que las casas aunque bellas son, estas están sumamente descuidadas. A la pregunta de cual sería la razón y la incongruencia de tal situación, esta persona me decía que estas casas como muchas otras en lo que se ha denominado centro histórico de la ciudad están protegidas por el INAH y no se permite modificar las fachadas de las mismas. Los propietarios son gente muy especial y han preferido poco a poco se deteriore el edificio para que en su oportunidad puedan construir algo moderno, funcional, o quien sabe si hasta más negocios.