Este fin de semana fui a pescar con los pingos de mis sobrinos. No se olvidan nunca de la promesa que me hacen hacer y de esta cumplir. Fuimos ya tarde de mañana y con carnada y anzuelos que ellos mismos alistaron.
Ahora no fuimos hasta el centro al muelle, llegamos a Boca del Río, allí mismo bajo del puente, junto a un pequeño muelle que han hecho. ¿Creerán que a los pocos minutos de que llegamos y tirar los anzuelos, el mayor de mis sobrinos pescó un pequeño bagre? Estábamos muy entusiasmados y a los pocos minutos mi sobrino T, con el anzuelo capturó una pequeña jaiba… sí, una jaiba. Ahhhh… parece que ya estamos avanzando bueno, el mérito lo tienen mis sobrinos porque J capturó de nuevo otro pequeño bagre los cuales posteriormente regresamos al agua (no asi la jaiba, que la llevaba T como muestra de su logro).
Me la pasé mucho muy bien tan solo de disfrutar viendo lo interesados que están en pescar, en sacar un pez del agua vivo y que este pudiera ser para ellos la recompensa de un pequeño gran reto que implica conjuntar el que se den las cosas, tomar paciencia en la espera de obtener algo y soportar un sol radiante que a veces quemaba. Adoro estar con mis sobrinos.