Y no me refiero a la canción shingona de Mecano si no a algo muy curioso de lo que fui testigo este sábado. Déjenme les cuento:
Quede de verme con mi hermana en el centro comercial, justo en esa tiendototota llamada Liverpool para comprar un regalo. Ya íbamos en shinga y de salida cuando a mi hermana has de cuenta la jalaron de regreso y es que para esto, vió unas zapatillas que le llamaron la atención. Ni tarda ni perezosa las observó y weeeeeno, pos no queriendo la cosa se las quiso medir. En esas estaba mi hermana cuando noté que quedó en medio de otras dos shavas potabilísimas y wapas, muy encopetadas y de nariz respingada que algo hablaban. Mi hermana en medio, como que las observaba y yo estando cerca, solo escuche decir a la shava empleada de la tienda: “arréglenlo ustedes”
El chisme que se tenían era que mientras una de ellas traía en la mano una zapatilla que le había pedido a la shava empleada de la tienda, la otra tenía ya puesta en su píe la otra que era la que hacía el juego. Ja, ja, ja, ja, ja… curadísimo: cada una en su papel, ninguna de las dos soltaba su zapatilla correspondiente y es que se entendía eran únicas.
El descenlace se los debo porque no supimos en que terminó el micro pleito nice sin embargo allí confirmé lo que es querer tener algo a partir de la moda, lo que son las compras. Mi duda ha sido el como pudieron haber tenido cada una de las shavas unas de las zapatillas… haaaaa mujeres!
Quede de verme con mi hermana en el centro comercial, justo en esa tiendototota llamada Liverpool para comprar un regalo. Ya íbamos en shinga y de salida cuando a mi hermana has de cuenta la jalaron de regreso y es que para esto, vió unas zapatillas que le llamaron la atención. Ni tarda ni perezosa las observó y weeeeeno, pos no queriendo la cosa se las quiso medir. En esas estaba mi hermana cuando noté que quedó en medio de otras dos shavas potabilísimas y wapas, muy encopetadas y de nariz respingada que algo hablaban. Mi hermana en medio, como que las observaba y yo estando cerca, solo escuche decir a la shava empleada de la tienda: “arréglenlo ustedes”
El chisme que se tenían era que mientras una de ellas traía en la mano una zapatilla que le había pedido a la shava empleada de la tienda, la otra tenía ya puesta en su píe la otra que era la que hacía el juego. Ja, ja, ja, ja, ja… curadísimo: cada una en su papel, ninguna de las dos soltaba su zapatilla correspondiente y es que se entendía eran únicas.
El descenlace se los debo porque no supimos en que terminó el micro pleito nice sin embargo allí confirmé lo que es querer tener algo a partir de la moda, lo que son las compras. Mi duda ha sido el como pudieron haber tenido cada una de las shavas unas de las zapatillas… haaaaa mujeres!