Uno de los lugares más identificados en esta ciudad de Veracruz, entre otras cosas, por su excelente ubicación en pleno malecón del puerto, es el Hotel Emporio.
Hace mil años (literal) allí trabajé. De allí tengo muchos y grandes recuerdos y como no si además de ser uno de mis primeros trabajos formales, allí se me dio la oportunidad de estudiar mi Universidad, desde luego (y que quede claro) tampoco fue de a grapas o por mi cara de palo: digamos había un “quit pro quo” en donde a cambio de (en resumen) trabajo, me daban los sábados para estudiar. De allí son algunos de mis mejores amigos, allí adquirí cierta experiencia laboral y entre otras cosas también conocí a mucha gente y artistas de los que fan soy como la otrora Chica Dorada Paulina Rubio (desde entonces ya era mamonsísima y anécdota deberé contar de ella en otra ocasión).
Este hotel posterior a que yo deje de trabajar ahí supe lo vendieron, se incorporó con otra serie de hoteles picudos los cuales compraron los dueños en el país, a la cadena de Hoteles Emporio para después volverlos a vender. Una de movimientos transaccionales largos y complejos en el que por lo menos este hotel entró a una etapa de remodelación en donde parece la consigna era: reinventemos el edificio.
Quienes pasábamos por el Malecón y veíamos la remodelación nos preguntábamos ¿Qué tanto hacen? El edificio iba siendo parcialmente derribado y al mismo tiempo reconstruido, nunca fue demolido por completo: donde había elevadores panorámicos ahora construían balcones, donde había balcones ahora construían elevadores panorámicos, las terrazas del último piso techadas desaparecían, el área de albercas redistribuida, las entradas de puerta giratorias eliminadas y las escaleras que eran al frente horizontales ahora se construían de frente a manera transversal en fin… ¿Cómo quedará? Me preguntaba.
El hotel desde hace semanas ha abierto sus puertas, esta listo y la verdad es que ha quedado fantástico, al parecer no han escatimado y además de que el inmueble ha sido remodelado en un estilo muy art decó y minimalista, lo que me llama la atención es la decoración: woW!
Me atrevo a decir es uno de los lugares, sino, el más vanguardista de la ciudad. Espero poder colarme pronto y captar detalles. Que cosa tan shingona.
Hace mil años (literal) allí trabajé. De allí tengo muchos y grandes recuerdos y como no si además de ser uno de mis primeros trabajos formales, allí se me dio la oportunidad de estudiar mi Universidad, desde luego (y que quede claro) tampoco fue de a grapas o por mi cara de palo: digamos había un “quit pro quo” en donde a cambio de (en resumen) trabajo, me daban los sábados para estudiar. De allí son algunos de mis mejores amigos, allí adquirí cierta experiencia laboral y entre otras cosas también conocí a mucha gente y artistas de los que fan soy como la otrora Chica Dorada Paulina Rubio (desde entonces ya era mamonsísima y anécdota deberé contar de ella en otra ocasión).
Este hotel posterior a que yo deje de trabajar ahí supe lo vendieron, se incorporó con otra serie de hoteles picudos los cuales compraron los dueños en el país, a la cadena de Hoteles Emporio para después volverlos a vender. Una de movimientos transaccionales largos y complejos en el que por lo menos este hotel entró a una etapa de remodelación en donde parece la consigna era: reinventemos el edificio.
Quienes pasábamos por el Malecón y veíamos la remodelación nos preguntábamos ¿Qué tanto hacen? El edificio iba siendo parcialmente derribado y al mismo tiempo reconstruido, nunca fue demolido por completo: donde había elevadores panorámicos ahora construían balcones, donde había balcones ahora construían elevadores panorámicos, las terrazas del último piso techadas desaparecían, el área de albercas redistribuida, las entradas de puerta giratorias eliminadas y las escaleras que eran al frente horizontales ahora se construían de frente a manera transversal en fin… ¿Cómo quedará? Me preguntaba.
El hotel desde hace semanas ha abierto sus puertas, esta listo y la verdad es que ha quedado fantástico, al parecer no han escatimado y además de que el inmueble ha sido remodelado en un estilo muy art decó y minimalista, lo que me llama la atención es la decoración: woW!
Me atrevo a decir es uno de los lugares, sino, el más vanguardista de la ciudad. Espero poder colarme pronto y captar detalles. Que cosa tan shingona.