En alguna ocasión que a un gimnasio fui, me tocó la mala suerte de que me robaran una lanota que en la billetera de mi pantalón dejé (poca madre). Nomás me acuerdo, y de nuevo me dan ganas de medio encabronarme otra vez pero bueno, Dalahi…. Al gimnasio que ahora voy para nada es picudo o de una gran cadena sin embargo este es un lugar sumamente agradable y completo a donde concurren además personas que de entrada tienen un aspecto más serio y/o formal pero nada, ha pasado en algún momento ya con otros asistentes lo mismo, el que se les haya “perdido” algo y bueno, (a mi, espero ya no me pase lo mismo por que nomás me acuerdo y haaaarrggg… otra vez me encabrona que me hayan robado mi dinero en aquella ocasión que…¿ya se los había comentado?
Parece que en todos lados se cuecen habas y aunque tampoco es tan frecuente, me llamó la atención el aviso que pusieron en nuestro vestidor el cual (clickear a la imagen para ampliar), lejos de lo romántico y/o cursi del mismo, creo es cierto y aplica para todos lados, no tan solo en los gimnasios.
Parece que en todos lados se cuecen habas y aunque tampoco es tan frecuente, me llamó la atención el aviso que pusieron en nuestro vestidor el cual (clickear a la imagen para ampliar), lejos de lo romántico y/o cursi del mismo, creo es cierto y aplica para todos lados, no tan solo en los gimnasios.