Todo el tiempo nos llegan y de todos lados: en casa, en la calle, con los amigos o la novia, con la familia o los vecinos, en la oficina o en el parque, en la iglesia o con el doctor pero, ¿que quieren decir?
A veces no lo entendemos y cuando llegamos a hacerlo no necesariamente la respuesta es facil: hacer cambios en tu vida o aceptar el destino, y no porque no querramos sino porque hay costumbres que ya son parte de nosotros y que son dificiles de quitar. De igual forma, hay situaciones que no dependen en esencia de nosotros y estan fuera de nuestro control.
No hay guías ni instructivos y las percepciones de cada uno de nosotros, diferentes. Cada quien interpreta sus señales.
Hay que estar consientes y con las antenas bien puestas para interpretar esas señales tratando de corregir lo que se pueda corregir, y aceptando lo que Dios, la vida o el destino nos depare.