Un mundo extraño.

Desde este fin de semana ha iniciado sin que falte en algún día, algún acontecimiento que me haga ver lo extraño que somos las personas. Basta con observar como nos compartamos para saberlo y es que, aunque cada quien tiene sus motivos y muy respetables, de repente al escuchar los mismos estos parecen hasta absurdos…, dudosos…, extraños..., sin razón: excusas, pretextos, mentiras, inmadurez, omisiones, etc. En fin, ninguna novedad. El pan nuestro de cada día en un sector de la sociedad.

Sin embargo esto no es malo ya que de esto se aprende también y mucho. También en esta lapso de tiempo ha habido cosas buenas. Además, no toda la gente extraña es mala, siempre es más la gente extraña y rescatable de la que se puede aprender.

Seguiré intentando aprender a vivir en este mundo extraño, sin creer todavía que el extraño soy yo.