La abuela de mi madre, mi "mamá Lupe" era una mujer fascinante. Me toco conocerla y tratarla de niño. Era una mujer wapa y por su gran personalidad y entereza quizás es por lo que la recuerdo perfectamente.
Una mujer que su edad y un pequeño problema con su pie, no le impedían absolutamente nada. Siempre que nos visitaba a mi madre y a nosotros, traía cargándonos algo de su pueblo y entre muchos detalles que de ella recuerdo, esta el de que creo jamás nos hizo un regaño en serio, siempre estaba como que de buenas. A esa edad ya grande sola se iba a la ciudad donde “operan los bolsos”, y es que en una de las ocasiones que fue a la Cd. de Puebla a ver a alguno de sus hijos, algún pillo le rajó el bolso aparentemente con una navaja para sacarle lo que en ella llevaba sin que en el momento se diera cuenta.
Siempre la tengo presente sin embargo hoy con peculiar alegría la recordé porque me han tomado las primeras placas y medidas en mi dentadura que inician lo que espero será un proceso (no quiero decir largo) pero si de corrección y limpieza en la misma. Tengo algunos problemillas con ella que quiero atacar antes de que me den lata. Mi Mamá Lupe no tenia dientes y aunque parece todos le faltaban, su sonrisa era maravillosa, justo a juego con sus bellos ojos claros. A prepósito de esto y como dato curioso recuerdo que cuando quería ella comer cacahuates, estos obvio les quitaba la cáscara y ya dentro de una bolsa de papel, los molía rodando sobre esta alguna botella hasta hacerlos pedacitos.
Espero para llegar a ello me falte mucho tiempo.
Una mujer que su edad y un pequeño problema con su pie, no le impedían absolutamente nada. Siempre que nos visitaba a mi madre y a nosotros, traía cargándonos algo de su pueblo y entre muchos detalles que de ella recuerdo, esta el de que creo jamás nos hizo un regaño en serio, siempre estaba como que de buenas. A esa edad ya grande sola se iba a la ciudad donde “operan los bolsos”, y es que en una de las ocasiones que fue a la Cd. de Puebla a ver a alguno de sus hijos, algún pillo le rajó el bolso aparentemente con una navaja para sacarle lo que en ella llevaba sin que en el momento se diera cuenta.
Siempre la tengo presente sin embargo hoy con peculiar alegría la recordé porque me han tomado las primeras placas y medidas en mi dentadura que inician lo que espero será un proceso (no quiero decir largo) pero si de corrección y limpieza en la misma. Tengo algunos problemillas con ella que quiero atacar antes de que me den lata. Mi Mamá Lupe no tenia dientes y aunque parece todos le faltaban, su sonrisa era maravillosa, justo a juego con sus bellos ojos claros. A prepósito de esto y como dato curioso recuerdo que cuando quería ella comer cacahuates, estos obvio les quitaba la cáscara y ya dentro de una bolsa de papel, los molía rodando sobre esta alguna botella hasta hacerlos pedacitos.
Espero para llegar a ello me falte mucho tiempo.
Que lindas son las abues!, bueno no todas la mía era muy cabrona (perdón abue) pero nos tiraba sus chanclas desde lejos y tenia una certeza brutal, jajaja, buen tip lo que hacia tu abuela con los cacahuetes, lo voy a aplicar. un saludo ;)
ReplyDeleteJeje...las abuelas!!! (suspiro de nostalgia). Espero, en tu caso, que no llegues a recurrir a esos métodos. Buen finde!!!
ReplyDeleteextraño mucho a la mia !!!!!
ReplyDelete:(
salu2!!!!
awww!; dichoso tu que aun tienes a tu abue :)
ReplyDeleteyo no conocí a mi abuela materna; me hubiera encantado poder hacerlo (varias circunstancias influyeron)
y de mi abuela paterna me acuerdo muy poco...
y tengo una tercer abuela;que fue quien adopto a mi mama...de ella si tengo recuerdos bien bonitos...ya no esta con nosotros. :(
me pareció taaaan tierno tu post...me encanto.
saluditos y buen inicio de semana.
Sabes que Ches? Cuando son asi como dices, cabronas... como que se les quiere con un poquito mas de plus, no?
ReplyDeleteSalu2!
Yo tambien lo espero Noe...
ReplyDelete=)
Abrazos!
Lo imagino Vivaldi...
ReplyDeleteUn abrazo muy fuerte!
Gracias wisho!!!
ReplyDeleteEl recuerdo que de ellas nos queda puede ser mejor a veces que tenerla y lejos.
Un abrazo!