Varios siglos antes de Cristo, Jerjes, el Rey-Dios del imperio persa, con un ejército de miles de soldados, se dirige a Atenas a pedir a los griegos que se rindan o serán aplastados. De camino tiene que pasar por Esparta, y envía a un negociador en su nombre para solicitar también su rendición (de manera algo arrogante según cuenta la historia). El Rey Leónidas se niega y se desencadena la guerra entre Esparta y el Imperio de Persia que dominaba el mundo, sin embargo a esa guerra el Rey Leónidas, por una serie de traiciones en la propia Esparta, no puede enviar al ejército completo a luchar, y para evitar la invasión de su tierra él mismo decide marchar a la guerra con a una tropa formada por su propia guarda personal, 300 valientes espartanos que lucharán contra miles de persas.
24.12.2024
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Vi a Santa con el cansancio en las espaldas
con un diario y una sonrisa muerta en su boca
a su lado el reno herido de una pierna
después del paso en...
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