Noviembre empezó muy padre para mi…bueno, ni tan padre pensándolo bien (dijera la güereja) por que, la mitad del día me voté a descansar en cama sin hacer nada, y vaya que tengo cosas que hacer. Terminé muerto! Muy “ad hoc” con las fechas.
Después de un intenso y presionado día de trabajo, cené en compañía de un grupo de amigos en donde la pasé de lo mejor y comí además muy rico. A buena hora tuve que cortar para reunirme con otro grupo de amigos con quienes había ya quedado para ir a bailar. De lo mejor también.
La mañana de este 02 fueron las consecuencias: no quería levantarme y aunque sabía que tenía que ir a visitar a la abuela a su Santa Morada, mi cuerpo se resistía. Efectivamente, los años no pasan de balde: en otros tiempos me hubiese ido de largo , incluso ahora pero el desvelo siempre me ha matado.
Finalmente visité a la abuela con quien me emocioné un poquitín y se que ella también conmigo. Siempre aprendo algo nuevo con ella y esta vez no fue la excepción.
Visité a mi madre y vi a parte de mi familia para después encender unos minutos la t.v. y ver Caridad Cienfuegos en “El notifiero” con Brozo, la cual si no veo no me lo perdonaría.
Después de esto caí muerto… nuevamente.