Si, en estos tiempos hechar a perder una cartulina cuesta. Y es lo que al parecer pensó el dueño de este puesto ambulante que en una parada de autobús se encontraba y que al percatarse que se había brincado una sílaba clave para promover sus mandarinas, muy a webito metió: juro por Dios que me mira, que no resistí tomar la foto. Eso si, ya de paso me compré mi bolsa de a $10 varos. Muy ricas por cierto.
24.12.2024
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Vi a Santa con el cansancio en las espaldas
con un diario y una sonrisa muerta en su boca
a su lado el reno herido de una pierna
después del paso en...
17 hours ago