Tuesday, November 17, 2009

El Castillo.

Déjenme les cuento: ahora que salimos de viaje para asistir a la boda, era obvio debíamos buscar hospedaje sin embargo y específicamente en el pueblo de Coatzintla donde se llevaría a cabo la celebración no existen hoteles, lo más práctico, común y económico son los ahora denominados auto hoteles. Nuestra amiga se dio a la tarea de buscarnos, cotizarnos y presentarnos las mejores opciones en varios sentidos ya saben: bueno, bonito y barato. Yo quedé en el auto hotel denominado “El Castillo” y no, no, no… literalmente un castillo.

El lugar rifa: la fachada y detalles del lugar simulan los de un castillo, los colores son sumamente serios, cuanta con algunas pequeñas atalayas y a la entrada del mismo tiene un portón shido en forma de reja que está muy ad hoc al diseño. Obvio, este no es Excalibur pero como detalle me pareció de lo mejor.

Y bueno, ya estando allí descubrí, ejem, ejem… algunos detalles… interesantes, y otros ya comunes (me han contado he):

Pasenle... sin miedo, pasenle.

Desde que llegué me preguntaba que cosa era esto, pero pos hasta ahí (uno que no acostumbra esos lugares).


Pos donde que cuando me van a entregar las palomitas que pedí (si, se me antojaron unas polomitas), que abro la puerta para recibirlas y resulta que el detalle en la pared era una cosa que daba vuelta precisamente para entregar el servicio ¬¬



Brona en la king size a pierna suelta. Por favor chequen el detalle de esa rosa, ¿no les parece romántico?

O será más romántico esto: Canales porno (Jesús, María y Jose!).

Foco rojo... jelow!



Telefono con cable a juego, obvio también rojo.

Aqui ni madres que se pierde un control y mucho menos se roban los ceniceros: El primero esta como soldado y el otro, pegado al buró.

Con esto de la crisis, también ofrecen precios sin afectar el bolsillo de los... clientes.


Parece esto es un bunker.

Osea, el lugar esta curioso y aunque nunca imaginamos quedarnos en un lugar así, le experiencia fué divertida.