La recepción fue bajo las estrellas en una también bella atmosfera y en donde lo que abundaba eran los detalles: el distintivo de la fiesta fueron los rosas que en un fondo blanco en toda la fiesta, se hacían las protagonistas de la noche.
En la terraza la luna veía bailar a los esposos su tema, y creo también se sorprendía como nosotros al estallar en el cielo los fuegos pirotécnicos que en los momentos clave de la música, estos se hacían presentes… woW!
Una fiesta sumamente bella cuyo significado es aun mejor para mi.
A los nuevos esposos, muchas felicidades.