Sunday, March 22, 2009

LLamado celestial.

Estando en la Iglesia y como llegue ya iniciada la misa me quedé en un lugar justo a la entrada de la misma. Trataba de seguir y poner mi atención en los detalles y sermón del padre pero sentía junto a mi el llamado, más bien una señal. Casi hasta el final de la misa fué que lo atendí y es que aunque mi movil no es tan importante para sonar a cada rato, desde luego accedí a el:

Esto era mención aparte.

Boda en Equinoccio.

Fue un día radiante, un día de equinoccio de primavera en donde nos dimos cita para celebrar la unión en matrimonio de A y L.

Llegué apenas a la iglesia ya empezada la misa, la verdad es que por cuestiones de tiempo no tenía previsto asistir sin embargo allí estuve: una ceremonia muy bonita en donde curiosamente me sentí muy conmovido. No entendía y sigo sin entender por que eran emotivas estas celebraciones para algunas personas, porque hay personas que hasta lloran… ¿me creerían si les dijera que así me sentí? Sin embargo allí, aguante vara.
Terminó la misma y nos fuimos a la recepción: una zona muy bonita cercana a la ciudad, entre lo que es Veracruz ciudad y mi pueblo, Paso del Toro. El almuerzo fue sumamente rico y parte de lo que se acostumbra comer por acá: nos sirvieron de entrada una especie de “mondongo” (“pancita” como quizás entiendo lo conocen en otros lugares), muy rico. Posteriormente nos dieron un guisado también muy rico de carne de cerdo para “taquear”, sabían a gloria. Rematamos al final con unos tamales deliciosos de barbacoa. Por supuesto desde un inicio le calcule al asunto para poder probar de todo el menú. Se llegó la hora del brindis y al vals con los novios… pasé a bailar con la novia y pues ahí si como que me ganó la emoción. Todavía no lo puedo creer, realmente me sentí conmovido. El corazón se me apachurró ¿porqué sucederá eso? me sentí bastante papayón pero me gustó, es un montón de cosas que de momento se te vienen y que ameritan un post aparte. Posteriormente inició el bailongo para dar paso al inicio de la fiesta. Para no variar baile mucho, me divertí como nunca y me la pasé muy bien.
Se llegó la tan esperada y codiciada, a veces no tan bien vista “Vibora de la Mar” para que dentro de todas las damas solteras que allí se encontraban, una pudiera ser la afortunada elegida que se ganara el ramo y ser la siguiente novia: a la unaaaa, a las doooos y a laaaaas... treeees. Con cara de incredulidad otra prima que se ganó el ramo no tuvo más que quedarselo. Posteriormente el novio quitaría el “liguero” a la novia para así escuchar la marcha fúnebre y posteriormente ver como volaba este por los aires al aventarlo una y otra vez hacia el cielo. Se armó otra vez un fandango padre, esta vez con máscaras y antifaces creando un pequeño carnaval. Ya saben, no podía faltar Caballo Dorado y las rolas de Timbiriche.

La fiesta terminó allá por la media noche, en medio del campo y bajo un maravilloso cielo negro así, tupidito de estrellas.

A los nuevos esposos, no pudimos más que desearles muchas felicidades y bienestar en esta nueva faceta que como proyecto de vida juntos ahora inician y dar las gracias por tan bonita fiesta.