Wednesday, April 28, 2010

Motivación.


Ahora que en el gimnasio estuve me pasó algo curioso: después de hacer la rutina de pecho que hoy me tocó, me dirigí al vestidor para cambiarme. El vestidor es grande y por ende la bola de cabrones que allí coincidimos debemos compartir el mismo. No falta que en el inter de que te encueras para ducharte y cambiarte, intercambies algún comentario, realices alguna pregunta y en ese sentido te hagan también recomendaciones ad hoc a rutinas, alimentación y salud.

En esas estábamos cuando me preguntaron si era yo modelo ¬¬... Con un “No,” acompañado de un “para nada”, contesté. ¿A que te dedicas? preguntaron y bla, bla, bla, bla… ,

La verdad el comentario fue una pendejada de lo más descabellada que a nadie en la historia de la humanidad se le pudo haber ocurrido preguntarme a mi precisamente sin embargo el hecho hizo que mi ego se elevara al 1000% este día porque entre otras cosas, parece que los tamales que he dejado de comer y las Coca Colas que me he dejado de tomar han valido la pena, amen del deber de ir de diario al gimnasio.

El mensaje es, ¿como a veces un comentario pendejo como este es necesario para motivarnos y de allí agarrarnos para seguir haciendo lo que nos gusta? A mi me funciona y por eso trato de hacerlos, rescatar y notar lo bueno que cada uno de nosotros tenemos y a veces no nos atrevemos a decir por pedos en la cabeza que quizás a veces también cada uno de nosotros trae. Creo es necesario decirlo a quien lo debemos decir, no mentir, y es que cuando te toca a ti te lo digan, es cuando sabes lo estimulante que puede llegar a ser, puedes terminar el día mucho muy motivado y con una sonrisota en la boca.