Wednesday, November 19, 2008

Lo que estamos por perdernos...

Tansey Coetsee, Miss Sudáfrica con el balon oficial que se jugará en el 2010.

Nuestra Selección Mexicana de Futbol ha calificado gracias a que Dios es muy grande y a la favorecedrora forma en que para ello se clasifica, ¿acaso será la realidad de un deporte demasiado inflado en México en el que se invierte y se pone mayor atención que a nuestros problemas sociales?

Haber si jugadores y técnico se bajan de su pinche nube y se ponen a hacer lo que deben (o darle oportunidad a los que realmente lo harían).

Aquí un video que aunque fué con dedicatoria a los Pumas, les queda al pelo en estos momentos a nuestra susodicha selección:

Tarzán & Y.M.C.A.

El domingo por la noche que sali a dar la vuelta me encontré un celular junto con una identificación (una licencia de manejo). Al poco tiempo de tenerlo llegaron unos dos mensajes de los que me percaté porque Tarzán me los anunciaba (tenía en los timbres para mensajes el grito de este personaje [jelow]). Desde que lo vi pense en devolverlo sin embargo, despues de dos "gritos" (o mensajes) lo apagué porque sabía que ni en ese momento ni al siguiente día lo podría devolver. Por la mañana del lunes que lo encendí y ahora a ritmo de Y.M.C.A. sonó la llamada para contactarme: era el esposo que me pedía lo devolviera, a lo que respondí que no se preocuparan y que estuvieran seguros del celular y de que no se haría un mal uso del mismo sin embargo no lo podría entregar hasta este martes y solo a la chava de la identificación. Así que con la pena por muy su esposo que haya sido.

El caso es que ya en el martes, durante toda la mañana mantuve encendido el famoso celular y entre gritos de Tarzán y el tono de Y.M.C.A., en mi trabajo se extrañaban del nuevo tono que yo traía y esque, esperaba la llamada de la susodicha.

Aunque algunos mensajes sabía que podían haber sido para mi, nunca los revisé ni quice urgar en la información contenida por respeto y por confidencialidad de la propietaria. Sin embargo las llamadas si las contesté y advertia que ese teléfono lo había encontrado y necesitaba la dueña se comunicara conmigo para ponerme de acuerdo y devolverselo, que le avisaran por favor se comunicara conmigo.

Al fin por la tarde la chava me contactó y pude devolvérselo pero, nunca le sugerí cambiar de tan... interesantes tonos.

¡ Dios !