Tuesday, March 01, 2011

...you never know.

Si no puedo cambiar mi cara de palo, por lo menos el corte de cabello. Era lo que pensaba en mis mocedades y es que hasta hace unos dos años ya, por ejemplo, traje todavía el cabello largo, muy largo. Me lo corté sin remordimiento después de algunos dos años de traerlo asi para posteriormente cortármelo ahora mucho más corto y regresar después a un poco más largo pasando por unas dos veces de mohicano. En fin, me gusta ello y siento que es de a grapa, ¿por qué no? solo no le entraría a pintarlo (páso), y si algo no he hecho que rondó mi cabeza hacerlo fueron las rastas (igual algún día, you never know). Mi cabello es lacio y me gusta sin embargo a veces es tenerlo así es caótico cuando tiene cierto largo. En ocasiones recurro al gel para el cabello y cuando me lo pongo, por alguna extraña razón me gusta más mantenerlo siempre pegado, sin tanto drama.
Me ha pasado varias veces que con quien platico, no quita la mirada de mi cabello así como no falta quien me pregunta ¿te cortaste el cabello? Cuando el corte más reciente fue en dos semanas. Cagado.

Este martes una ejecutiva me pregunto ¿qué te hiciste? ¿te cortaste el cabello verdad? A lo que respondí con una sonrisa resignada y avionera “si” (me corte el cabello precisamente hace dos semanas). Posteriormente y con diferencia de una hora, otro compañero “alabo” mi peinado: “Ahora si te ves bien, ahora si vas a salir…” entre pendejada y media más. Yo por supuesto, siguiéndole la corriente con un “ji, ji, ji y un ja, ja, ja”.

Cuando ya pasa eso, procuro de repente echar una mirada pa’ ver que onda con mi cabello preguntándome ¿me habré pasado de gel? ¿me habré puesto menos? ¿traeré caca de paloma? y ratifico: esta bien, como lo quería ¿Dónde está lo extraordinario? Y es que, juro por Dios siempre me peino y pos… cuando no, también es la intensión. Cada quien su humilde look, no?

De alguna forma eso se ha quedado y quizás será así hasta que pueda y siga con cabello (you never know).