Thursday, April 30, 2009

Niño, siempre.

Dicen que tu mejor época, tu mejor momento siempre será el ahora pero yo a veces tengo mis dudas porque, de verdad de niño la pasé increíblemente bien. Entre otras cosas, los días me duraban muchísimo más y en ellos tenía tiempo para jugar, ver la televisión, ir a la escuela, regresar a casa y hacer la tarea, hacer travesuras, ayudar en casa…, ufff !

A propósito de este día del niño, yo no olvido detalles como cuando al llegar el cumpleaños de mi papá o de mi mamá corría a la tienda a comprar un jabón “escudo” o “nórdiko” para envolvérselo aunque fuera en periódico y regalárselos.

No olvido el momento en que mi padre en alguna ocasión me puso en frente de el a que le identificara las letras de “Mi Libro Mágico” y en donde al llegar a la letra “g” me cerré a piedra y lodo que no sabía que letra era. Y aunque sí lo sabía, no me podía retractar ya. Jelow.

No olvido que de niños, nos juntábamos todos los vecinitos y celebrábamos (cuando tocaba a cada quien), el cumpleaños de cada uno de nosotros. Siempre organizábamos la fiesta en mi casa y obvio, yo hacía la lista de lo que cada quien traería a la misma. La lista iniciaba conmigo y ponía (has de cuenta):

“Casacelis”: “La casa y las sillas”
“Fulanito”: Las piñatas.
“Sutanito”: los dulces.
“Perenganito”: refrescos
Y asi todos los demás…

=)

Me fascinaban las series de televisión para grandes, pero la que no me perdía era “El hombre Biónico”. woW! Era mi héroe y por otro lado la mujer maravilla, era mi máximo. La mujer más bella del universo.




De los programas educativos, puff!! No olvido “Burbujas” y que gracias a el entre otras cosas, aprendía el nombre y orden de los planetas (en ningún grado de la escuela a ningún nivel recuerdo que me lo hayan enseñado y se me haya quedado de tal forma). El “El tesoro del saber” era mi máximo también y es que, desde la letra del tema del programa hasta eso de “la palabra misteriosa” , lo recuerdo perfectamente.



Me fascinan los juguetes y aunque no tengo muchos si tengo mis preferidos los cuales por alguna u otra razón no me permiten deshacerme de ellos: amo mi Buzz Ligth Year, conservo ya tan solo los tenis de “El Hombre Biónico” que Los Reyes Magos me trajeron de niño, mi pequeña gran colección de autos Hot Wheel con los que solo así podría tener un Ferrari y que comparto con mis sobrinos quien por cierto me han preguntado… Tio, ¿y cuando te mueras a quien le vas a dejar los carritos? A lo que obvio respondí: A ustedes. Son los verdaderos reyes de casa.

En fin, la etapa de la niñez es fascinante y algunos todavía seguimos en ella sin querernos desprender del todo.


¡ Feliz día del niño!