Tuesday, December 02, 2008

En el Sticky & Sweet de Madonna, México.

No recuerdo otra ocasión en que haya estado tan puntual a la cita para emprender un viaje. No existió retraso alguno en el mismo. Llegamos a la Ciudad de México a eso de las 5:10 A.M. para tomar un taxi e ir a un hotel del Centro Histórico y hospedarnos. Una vez que estuvimos que quedamos registrados descansamos un poco para asearnos y dejar todo listo e ir a desayunar.

Por la mañana estuvimos en Coyoacan, en donde por lo menos yo siempre traje en la mente el concierto y estar puntuales para no vernos sorprendidos por algún retraso. Directo de Coyoacán en el “metro” nos fuimos a la Ciudad Deportiva en donde se encuentra el Foro Sol con la idea de hechar lente y ubicarnos en la zona que desconocíamos y ver como estaría el business con la afluencia de gente. Lo que me imaginaba: salias del “metro” y te ofrecían en todo el trayecto al foro (que estan sumamente cerca) boletos en reventa, muchos puestos vendiendo souvenirs y gente ya haciendo cola no solo desde ese momento sino desde el día anterior. Me espante. ¡¿¡ Qué ¡?! Todavía tenemos que regresar al hotel por los boletos y cambiarnos para formarnos y así accesar.

En shinguísima nos regresamos para estar en la zona del foro como a eso de las 5:40 pero, siempre hubo un pedo que me daba vueltas no en las tripas sino en la cabeza: ¿como metería mi cámara si estaba restringido el acceso con esta? Para el viaje lleve dos: mi cibershot y la cybershot de J que es más plana y que en buenísima onda me prestó para la ocasión.

¿La llevo o no la llevo? ¿La llevo o no la llevo? ¿La llevo o no la llevo? ¿La llevo o no la llevo? ¿La llevo o no la llevo? Me preguntaba en cada momento.

Si llevaba la de J y me la quitaban, corriendo el riesgo e perderla y además de pagársela, no la repondría con la misma. Si llevaba la mía, era muy probable me la quitaran por ser ligeramente más grande. Si no llevaba ninguna, y me daba cuenta que si podía accesar con cámara… me daría un infarto.

Decidí llevarla: Me la metí en los webos.

En el primer retén para acceder a la pista del autódromo, pasabas por un grupo de policías que solo te pedían mostraras los boletos para pasar a formarte. Una vez que estabas formado, obviamente había que pasar otro reten en donde verificaban la autenticidad de los boletos. Aunque estabn loas avisos de las restricciones, acá tampoco te revisaban y para mis adentros me dije: ¡ya shingué!

Mientras yo, caminaba acomodándome la cámara en los webos.

Ya para acceder ahora si al interior del foro, había los elementos de seguridad que si te revisaban, y cuando hice a que me tocara a que me revisara una chava, esta me dice: no, lo revisará mi compañero (ta! Madre)

Con toda naturalidad me acerqué a que me “tocoteara” y este solo me hizo sacar mi celular y mis barras de granola que traía para decirme “ok, pase y le pido guarde el alimento”.

Estábamos dentro justo a las 6:30 ( y yo ya con la cámara fuera, he?). El foro en gradas con muy poca gente pero en la zona general, ya bastante gente. ¿Se irá a llenar el foro? Sí. Para las 8 que empezó a tocar el DJ Paul Oakenfold con una música shigona, la gente de general se empezó a remolinar y a llevar el ritmo de la misma. Para ese entonces el foro ya estaba hasta su madre de lleno.

Paul tocó exactamente media hora y en lo que empezaba el show, la gente con el mejor de los ambientes y muy buena vibra coreábamos ¡México, México! (….Sí, sí ,sí…, como si fuera el mundial ¬¬ ), y como la onda era hacer ambiente, pues que nos arrancamos con también con la ola. Shingón!

Mientras, las recomendaciones en pantallas y el sonido shingue y shingue con que se tomara atención a las indicaciones como la de identificar rutas de evacuación, accesos, bla, bla, bla y que… estaba prohibido introducir cámaras.

De repente se iluminó en su magnitud todo el escenario en un tono rosa. Se veía espectacular, para en unos momentos más, quedar en oscuridad todo el foro. Fue la locura: eran las 9:20 y daba comienzo el concierto en donde miles de flashazos se hacían presentes ( justo ahí era cuando me hubiese dado el infarto de no haber metido la cámara)

Jamás olvidaré la forma en que las pantallas del escenario se desplazaban con sus proyecciones, para dar paso a la Reina, a su Majestad Madonna:. woW!

Era ella. La misma que he admirado siempre. Se veía además de linda y wapa, fresca y sensual, irradiando una actitud y una energía increíble. Abría el espectáculo con la canción Candy Shop para decir un ¡Hola México!

La verdad estaba fascinado y así como yo, los miles que estábamos también emocionados coreando y gritando a la reina del pop.

Cantó 21 canciones y tuvo 6 cambios de vestuario en un escenario de pantallas que realmente eran apantallantes: Había dos laterales al el escenario para que la gente pudiéramos apreciar más claramente, una que era en si el escenario y que se desplegaba en varias formas y dos pantallas más que eran centrales y que subían y bajaban del escenario (la verdad en mi rancho nunca se ha visto esto).
De los datos curiosos que según yo noté fueron que además del “¡Hola México!” solo dijo en español un “gracias” después de decir que estaba feliz de después de mucho tiempo regresar e iniciar su Tour por América Latina en México, y un “…habla españñiol” para cantar entonces “Spanish Lesson”. El concierto duro casi las dos horas.

¿Qué que más? Que fue un muy buen concierto, de una calidad excepcional. Un espectáculo realmente impecable en donde vi (con estos ojos que se han de comer los gusanos) a mi ídolo, su Majestad Madonna.

Tengo amigos y familia que por una cosa o por otra no pudieron estar físicamente a el concierto sin embargo, estuvieron conmigo viéndolo. Un agradecimiento muy especial a J por haberme prestado su cámara y a L que me aguantó el trote (vaya que caminamos).
Lo recordaré siempre.